Asterix misiva nro 59

Como resulta que la ola de calor es paradójicamente más soportable en España, hacia Alicante, hemos decidido efectuar un nuevo viaje de estudios al país de los íberos. De hecho, de los 36° C de las calles de la nueva capital de los galos, nos hemos encontrado con tan sólo un 32° C a la orilla del mar Mediterráneo. Fácil es imaginar la diferencia. No, seriamente, debemos ir a tomar el pulso de este proyecto dantesco que se prepara con el mayor secreto en esta nueva capital del cine "la Ciudad de la Luz". Los estudios de la región de Alicante implementaron todo tipo de medios para evitar que se enloquezca verdaderamente este rodaje asombroso. Miles de extras, un equipo de más de 250 técnicos, caravanas con aire acondicionado para los 50 actores (y ¡qué actores!)... Una especie de ciudad nómada que se desplaza algunos decenares o incluso centenares de metros, según las secuencias, como un reparto de los papeles casi militar. Una gran película se parece a una campaña, preorganizada, en donde cada uno debe conocer su papel. Frédéric Forestier (director) y Thomas Langmann (productor y codirector), que parecen jugarse, a cada segundo, el porvenir de la película, aplican a la letra todo el plan de batalla establecido en la fase de preproducción. Es tan sólo esencial cuando hay que dirigir a monstruos tales como Gérard Depardieu, Benoît Poelvoorde o Alain Delon... Unas palabras de esta aventura histórica. El choque del encuentro con el nuevo César permanecerá, en efecto, en mi memoria. Cuando llegamos al lugar del rodaje el jueves último, 20 de julio, por el lado derecho del estadio olímpico, con relación al mar, de lo alto de la tribuna, majestuosa, de repente una mano imperial se levanta. "Para César, estos juegos son muy divertidos"... En un silencio sepulcral, Alain Delon/Julio César hace subir la voz de una de sus réplicas de la película: justo el momento en que los romanos acaban de ganar una prueba (no les diré cuál...). ¡Impresionante! El Julio César de 2008 resultará una de las encarnaciones más convincentes del célebre personaje retocado por René Goscinny y Albert Uderzo en 1968. Laureles dorados en la cabeza, capa roja carmín sobre los hombros, el tiempo parece no afectar en nada al carismático Delon/César. Respeto y atención están garantizados por parte de los equipos de rodaje. Y esto no es todo: Obélix/Depardieu, mejor que nunca, que acaba de llegar al escenario con una intervención estruendosa y este Benoît/Bruto que aporta toda su locura (increíble de modernidad y muy divertida) y Clovis Cornillac, nuestro nuevo Astérix que logra la proeza de encarnar a este personaje como no pensaba yo que fuese posible. La presencia de Monica Cruz (la espléndida hermanita de Penélope) y la de Vanessa Hessler (la nueva belleza que esta película va revelar) son maravillas... Os oigo decir: ¡qué felicidad ver una pasadera con esta envergadura entre el cómic y una película! ¡Fe de Dobleclix! Volveremos sobre este casting de locura, naturalmente, pero sepan que lo que se está tramando allá en Hispania, es muy especial. He aquí un peplo digno de Gladiator o de Troy al servicio del humor de Astérix. Lo que se está anunciando, no es un filme en la línea del 1, o del 2, tampoco un mix entre las dos primeras películas, antes bien otro tipo de película: la primera que dará toda su dimensión al universo del cómic: ¡visual y divertido! Lo que se perfila para el horizonte de 2008 es un desafío. Acercaos pronto al navío galo, mientras hay sitio. La producción de Astérix 3 alcanza la dimensión de nuestras ambiciones para dar su justo mérito a esta obra única creada hace 48 años por nuestros druidas René Goscinny y Albert Uderzo. De hecho, ya no me lavo la mano derecha desde este jueves histórico: fuera de llevar un guante, ¿qué otra solución tengo?

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