Cuando toda la expectación se centra en la película en producción
Astérix en los Juegos Olímpicos, cuando los impresores se espabilan para entregar a tiempo La
Gran Colección, por una feliz coincidencia, una escuela de primaria ha sido bautizada con el nombre de... ¡Albert Uderzo! Y no ha sido fruto de la casualidad, desde luego. La historia que os contaré es totalmente cierta, toda la verdad y nada más que la verdad. No es una tomadura de pelo ni por parte de Albert Uderzo ni por parte de los habitantes de su aldea virtual. Tapidesourix sigue currando, Obiwanekenobix en el blog y yo, vuestro seguro servidor, haciendo las misivas… Hemos tenido la inmensa suerte de ser testigos de fantásticos acontecimientos como la semana de celebraciones en Bruselas y la exposición
Le Monde Miroir de Astérix (El mundo espejo de Asterix) en el 2005, el estreno de
Astérix y los Vikingos en el 2006, tras 4 años de trabajo, y el próximo filme de previsto para el 2008, nosotros tenemos también otra noticia igualmente importante, aunque no acapare la atención de los medios de comunicación…
Albert Uderzo estuvo el sábado en Mantes-La-Jolie, en los confines de los Yvelines, a unos 30 minutos de Lutecia. Allá, punto de encuentro de periodistas nacionales y de televisiones, no más de un centenar de adultos, algunas decenas de niños venidos para reencontrarse con el célebre creador de historietas pues cuyo nombre figuraba escrito sobre el mármol de una escuela… ¡"
La Escuela Albert Uderzo" de Mantes-La-Jolie! Tras la visita a la escuela primaria, el Alcalde, el Presidente del Consejo General y el inspector de la Academia dieron unos estupendos discursos, que aunque parezca mentira, no fueron retransmitidos por televisión. Surgió el tema del aprendizaje de la lectura, cuestión en la que el cómic en general y Astérix en particular han jugado y juegan un papel primordial; mientras la escuela pública y laica ha sido revalorizada y también se recuerda que la generación anterior leía a menudo los cómics a escondidas, ¿Por qué todavía se consideran a los cómics, como sucedía en los años 60 y 70, como un subproducto cultural rechazado por lo políticamente correcto?…
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Fue ayer y es hoy que una flamante y nueva escuela de primaria lleva el nombre de uno de los mejores dibujantes de cómic del siglo XX. Escuela inaugurada, especialmente, por el inspector de la academia que se diría salido del
Pequeño Nicolás, como si René hubiera hecho un guiño a su cómplice y amigo. Y son los hijos de Jules Ferry(x) quienes defienden la causa de la historieta en la escuela. ¡Hurra! "
Veni, vedi, vici", podría a bien decir Albert Uderzo, que tanto ha contribuido al reconocimiento público del cómic durante sus largos 60 años de carrera. Él ha preferido limitarse a decir que se siente muy honrado con tal distinción, más cuando ahora él rebosa vitalidad. Y nos confiesa una anécdota que le permite rebajar tanta emoción con un toque de humor. Otro pueblo ya había tenido la idea de rendirle homenaje de la misma manera, pero después de la consulta pertinente al mandamás de turno, un agente municipal le volvió a llamar para decirle que todo había sido un pequeño error y que sería para más adelante, vamos para cuando él ya no estuviera para verlo. ¡Os imagináis el divertido semblante de nuestro Albert Uderzo, el sábado en Mantes-La-Jolie!
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