Crónica de Leyendas 2006

Del grupo Rebrote

LEYENDAS 2006, sábado 4 de noviembre de 2006, Rosario

 

El Espaldarazo Al Semillero

 

Con los nervios y la ansiedad de un niño que va a encontrarse con la chica que le gusta para pedirle que sea su novia, así entré al Encuentro de Historietas, Juegos de Rol y Ciencia Ficción Leyendas 2006 en la ciudad de Rosario. El acceso al galpón se enfrentaba con el inmenso río Paraná, dando la espalda a la urbe, como invitando a todo navegante del mundo ingresar a un mundo en donde la fantasía es el único permiso de acceso. Más los cuatro pesos de la entrada, claro.

 

El Predio

 

Cuatro naves dentro del predio establecieron las actividades, aunque el plano del folleto oficial marque cinco. Mi primera actividad fue conocer el terreno, a vuelo de pájaro.

 

En la nave principal se ubicaron todos los stands correspondientes a librerías, fan clubs, pequeñas editoriales donde mostraban sus publicaciones. Otra nave estaba muy bien preparada para las proyecciones en pantalla gigante. Del otro lado, otra nave donde el bar invitaba a tomar algo en las bien puestas mesas o sentarse en cómodas butacas para escuchar las charlas programadas. Y por último, luego de viajar por pasillos y escaleras, se llegaba a la zona de Taller y de Conferencias. Todo muy bien organizado.

 

Los participantes

 

Recalco que fue la primera vez que iba a un encuentro de estas características. Por eso me sentí sapo de otro pozo al principio. No sabía si mirar las revistas y las exposiciones de dibujos en los paneles u observar a todos los personajes que, sin pausa, iban ingresando. Un promedio de gente de veinte años colmó todo el galpón. Pero no faltamos los viejos de la vida, que fuimos más de uno. Pero más allá de cosas de la edad, yo me sentí entre los míos. Todos allí dentro respiramos la misma pasión. Vi cómo se sentaban en las mesas grupos de más de cinco personas para charlar, jugar, dibujar, hacer arte. Y me sentí mal de estar solo. Quería sentarme en una de esas mesas y aprender a jugar juegos de rol. Quería sentarme en los varios tableros de dibujos y dibujar por lo menos una casa y un árbol. Pero no fui preparado…

 

 

Taller de Historieta por Lalia

 

Por eso no pude aprovechar el taller de Horacio Lalia. Yo, inculto preferencial de estas muestras, pensaba que un "taller" era una charla de un profesional y el resto sentado en actitud pasiva. No. Cuando llegué al salón, Lalia me invitó a pasar y tomar asiento en una de las mesas. Allí me esperaban dos fotocopias. Una con un guión y otra con una serie de dibujos enseñando teoría de la historieta. La cuestión era que debíamos dibujar el guión dado y el mismo Lalia se acercaba a cada "alumno" para corrigir, enseñar. Yo no tenía ni una birome encima. Tal fue mi incomodidad que, sofoco mediante producto de la falta de ventilación y la vergüenza, me retiré mirando al piso.

 

 

Los stands

 

Luego demoré todo el tiempo necesario para visitar cada stand. Anticipo la inferencia: esta exposición no se trató de una feria del libro ni fue creada para vender material. Es por eso que sólo encontré un stand dedicado a vender historietas (Milenario Comics). El resto fueron agrupaciones independientes, grupos, proyectos individuales y los fanzines dominaron las bateas. Todo material autoeditado. No estuvieron las grandes editoriales. La expo fue lo que su nombre indicó: un encuentro de historietas y de juegos. Pero eso lo entendí mucho después. Yo esperaba ver más libros, más revistas, pero no fue así. ¿Una feria de la historieta del "underground"? Sí, pero respaldada por los grandes. No olvidar que estuvieron Solano López, Horacio Lalia, Carlos Trillo, Eduardo Risso y Carlos Meglia para nombrar a los más famosos. No fue el negocio de las librerías ni de las editoriales, aunque Milenario Comics se cansó de facturar todo su material.

 

Leyendas 2006 fue el espaldarazo al semillero de la historieta. Dudo mucho que Lalia haya ganado plata con su taller, que Blasón Estudios haya firmado contratos millonarios, que Solano Lopez multiplique las ventas de El Eternauta. Lo hicieron por amor a todos aquellos que nos embriaga el dibujo, la ciencia ficción, la fantasía.

 

En un stand muy particuar, sobre todo por la indumentaria de las chicas que lo atendían, reconocí a un personaje conocido por muchos aquí: Niamh. Con su atuendo negro y su galera parecía escapada de un film gótico. Ella me llevó a conocer a otro amigo nuestro, el hacedor del Continum 4 y del foro más importante del Eternauta en el mundo: Mariano Chinelli. Fue una sastisfación poder charlar con gente conocida, aunque más no fuera por pocos minutos.

 

Charla de Blasón Studio

 

Para hacer tiempo hasta las 18, hora que comenzaba la reunión con Solano López, me senté para escuchar la charla de Métodos de Trabajo en Equipo dictada por la gente de Blasón Estudios. Llegué tarde, ya estaba empezada. Presumo que el que dirigía la palabra era Wally Gomez y con Daniel Griffo en el proyector. Una reseña de su trabajo y de lo difícil que es poder vivir del dibujo. Proyectaron los dibujos de Hiras (primer dato relacionado con Nippur) y Wally Gomez contó algunas anécdotas que nos interesan. El dilema con que se encontraron fue dibujar a un Hiras más parecido a un vikingo que a un sumerio. El cabello rojizo, el cuerpo blanco. Otro comentario crítico fue que el cuerpo musculoso de Hiras no corresponde con el arquetipo de un arquero. Pero que fueron condiciones del trabajo y había que respetarlas. La charla siguió entre preguntas de los oyentes y el ruido cada vez más fuerte del murmullo de fondo.

 

Francisco Solano López

 

Pasadas las 18 horas, dio comienzo la charla con Francisco Solano Lopez. La sala de conferencias se vio colmada. Un locutor y periodista ofició de moderador, peguntando y ofreciendo a la audiencia que compartiera sus inquietudes con el ilustre dibujante. Todo comenzó con la narración del extenso currículum de Solano.

 

"Todo comenzó de muy niño dibujando historietas y chicas lindas. Hoy sigo con lo mismo" embromó el maestro.

 

"Un dibujante para vivir no puede parar de dibujar y dibujar y dibujar. Toda su vida. Yo todavía lo sigo haciendo y con muchas ganas".

 

Sobre El Etarnauta habó mucho, y sobre todo de Germán Oesterheld. Contó experiencias de amigos entre ellos, y con otros artistas como Carlos Roume. Abundaban las reuniones de amigos, donde se juntaban para hablar de todo menos de historietas. El efecto de la historia del Eternauta influyó tanto en la gente, que no podían esperar a la nueva semana para saber cómo seguían las andanzas de Juan Salvo. Entonces se acercaban hasta su casa para ver cómo la dibujaba. Oesterheld le hacía entregar los guiones escritos a mano por medio del hermano de Germán. Contó sobre el proyecto editorial de los hermanos Oestreheld, pero fallaron porque ninguno de ellos eran empresarios y no pudieron competir con la mafia de las editoriales. "La mafia aún sigue vigente" sentenció Francisco.

 

Ante la buena pregunta del Eternauta dibujado por Breccia, Solano primero dijo que estaba en España cuando se publicó y que la leyó tiempo después. No estaba enterado de esta publicación. Cuando la leyó no le gustó. Solano López llama al Eternauta de Breccia, el "Eternauta montonero". Oestreheld le dio mucho tinte político y propagandista al personaje, cada vez más, hasta que "Gente, una revista conservadora, decidió terminar de publicarla".

 

Respecto a la segunda parte de El Eternauta Solano declaró que lo que más le gustó no fue continuar con Juan Salvo, sino el volver a trabajar con Oesterheld. Ambos se conocían muy bien, pero para la edición salida en la revista Skorpio no hubo una charla previa. Solano no lo expresó claramente, pero dejó entrever que él pensaba otra historia para la Segunda Parte. "Hubiese bastado tan sólo media hora de charla entre los dos" para definir arsitas del personaje, pero no existió tal reunión. Germán estaba muy ocupado con la dirigencia política y llevó eso a la nueva historia de Salvo.

 

Un oyente en la sala le preguntó qué sintió al trabajar en la editorial Columba con Robin Wood y con Aguilas Negras. Primero Solano López aclaró que Robin Wood nada tuvo que ver con su paso por Columba; que siempre que se encuentran hablan de hacer algo juntos. Aguilas Negras fue un proyecto con su muy buen amigo Eugenio Zappietro, alias Ray Collins, hoy director del museo de la policía. Fue una experiencia que recuerda de buenos momentos, que se trabajó muy bien en la elaboración de los personajes, que era una vuelta al dibujo bélico, pero que tuvo que abandonarla.

 

Debido al poco tiempo que me quedaba por delante, abandoné la conferencia esquivando mucha gente y cámaras fílmicas. Sólo faltaba CNN en el lugar.

 

Capitán Jack Sparrow

 

Los últimos minutos de vida en el Leyendas lo dediqué para comprar un par de libros y varios fanzines y visitar con detenimiento el pequeño museo con una colección completísima de revistas de Hora Cero. Pero sobre todo para fotografiar a los personajes escapados del cine. Hubo un concurso de disfraces. Desconozco los premios,  pero para mi el ganador fue el sorprendente Jack Sparrow, el Capitán del Perla Negra de los films Piratas del Caribe. Por supuesto que me fotografié junto a él, y no sólo su atuendo era idéntico, sino los gestos y hasta la forma de hablar. ¡Qué maestro!

 

 

Conclusión

 

Lo bueno: una gran alegría de ver a mucha gente, sobre todo mucha juventud, tanto para curiosear como para aprender. Alegría de ver a seres que peinan canas hace largos años escuchando cada charla con suma atención. Me saco el sombrero por todos aquellos que editan un fanzine, que producen, que hacen cosas.

 

Los puntos negativos los dejo para el final, quizá como reflexión. No estuvo en Leyendas el material impreso que quería ver. Hubo mucho espacio libre. Había lugar para varios puestos más. Uno de los que faltó –lo sé porque lo averigüé- fue el stand de Unhil, la Unión de Historietistas de Tucumán. Sólo presentaron tres paneles, donde se exhibían copias de la historieta 1806 Invasión, una visión histórica sobre las invasiones inglesas en Buenos Aires. Los dibujos me impactaron. Muy bien realizados, mucha documentación sin dudas. Lo que no sé, porque no la leí, es la objetividad histórica. Pero más allá de eso, fue una lástima que no estuvieran presente y mucho más no poder conseguir un ejemplar de esa obra. Otra pena fue no ver editado las varias historietas premiadas que se presentaban en distintos puntos de la exposición. Obras muy buenas, por cierto.

 

Abandoné el predio con la esperanza bien alta. Hay mucho movimiento y esto ofrece buenos negocios. El futuro es claro: hay una reactivación muy marcada del género. Mi sueño es intervenir en la próxima exposición, pero con el stand de Rebrote presentando Cine Portátil y muchas otras ediciones. Ojalá se dé.

 

 

Jorge Fernando Pérez Perri

www.rebrote.com