Astérix revela sus secretos en inglés
Aunque Astérix, guiado por su primo hermano bretón Buentorax, embarcó hacia Londinium y Bretaña en 1965 con motivo de la publicación de Astérix en Bretaña en la revista Pilote, los lectores anglófonos tuvieron que esperar hasta 1969 para descubrir en su idioma las aventuras del galo más famoso.
Diez años después de su nacimiento, Astérix demostraba así que él también podía "hablar al revés", como diría Obélix, y que gustaría más allá de las fronteras de la Galia, en el Reino Unido, pero también en Estados Unidos, India, Australia, Sudáfrica, Nueva Zelanda…
Traducidos por Anthea Bell y Derek Hockridge, y revisados con gran esmero por un René Goscinny perfectamente bilingüe, los álbumes de Astérix se han convertido desde entonces en clásicos en países donde la cultura del cómic se nutría básicamente de superhéroes.
Anthea Bell, en su artículo publicado el 7 de mayo de 2008 en el New York Sun, nos cuenta como la traducción de un álbum de Astérix llega a ser una auténtica hazaña. Este articulo, titulado "Asterix and his secrets" (Los secretos de Astérix), habla sobre las soluciones que encuentran los traductores para adaptar la gran cantidad de juegos de palabras y referencias, ingredientes esenciales en estos álbumes.
También nos explica cómo legionarios romanos "perdant leur latin" (expresión con doble sentido para referirse por un lado, en el sentido más literal, perder el latín, su idioma, y en sentido figurado, no entender nada) por las tortas asestadas por Astérix y Obélix y que finalmente han "declinado" en versión inglesa, para soltar una metáfora gramatical. Es el caso también de las citas de Victor Hugo, comentando los terribles combates de Astérix en Bélgica que han tenido que sustituirse por frases de Byron, Shakespeare y Milton refiriéndose a batallas no menos evocadoras que la de Waterloo, descritas por el poeta francés en "Los castigos".
La publicación de los álbumes de Astérix en inglés también ha demostrado que su éxito no depende del humor específicamente galo, como algunos pretendían. Anthea Bell demuestra que "el dibujo habla por sí solo" y ha podido observar a niños de 8 años sumergidos en álbumes de Astérix sin entender lo que había escrito, y seguir la historia ¡sólo con los dibujos!
Hoy, cuando se le pregunta a Anthea Bell qué es lo que traduce, ella responde que su trabajo va de Freud a Astérix. Y, comparando la teoría de Freud del lapsus con el uso de los juegos de palabras hechos por los autores de Astérix, comenta que, después de todo, Freud y Astérix no están tan lejos el uno del otro... Nuestros druidas eruditos han llevado a cabo una investigación y han descubierto que en el álbum Astérix en Bretaña sale por casualidad ¡un legionario romano que tiene por nombre Claudius Lapsus! ¡Están locos estos bretones!
Fuente Misiva de Asterix nro 81, ver páginas relacionadas al comic
Diez años después de su nacimiento, Astérix demostraba así que él también podía "hablar al revés", como diría Obélix, y que gustaría más allá de las fronteras de la Galia, en el Reino Unido, pero también en Estados Unidos, India, Australia, Sudáfrica, Nueva Zelanda…
Traducidos por Anthea Bell y Derek Hockridge, y revisados con gran esmero por un René Goscinny perfectamente bilingüe, los álbumes de Astérix se han convertido desde entonces en clásicos en países donde la cultura del cómic se nutría básicamente de superhéroes.
Anthea Bell, en su artículo publicado el 7 de mayo de 2008 en el New York Sun, nos cuenta como la traducción de un álbum de Astérix llega a ser una auténtica hazaña. Este articulo, titulado "Asterix and his secrets" (Los secretos de Astérix), habla sobre las soluciones que encuentran los traductores para adaptar la gran cantidad de juegos de palabras y referencias, ingredientes esenciales en estos álbumes.
También nos explica cómo legionarios romanos "perdant leur latin" (expresión con doble sentido para referirse por un lado, en el sentido más literal, perder el latín, su idioma, y en sentido figurado, no entender nada) por las tortas asestadas por Astérix y Obélix y que finalmente han "declinado" en versión inglesa, para soltar una metáfora gramatical. Es el caso también de las citas de Victor Hugo, comentando los terribles combates de Astérix en Bélgica que han tenido que sustituirse por frases de Byron, Shakespeare y Milton refiriéndose a batallas no menos evocadoras que la de Waterloo, descritas por el poeta francés en "Los castigos".
La publicación de los álbumes de Astérix en inglés también ha demostrado que su éxito no depende del humor específicamente galo, como algunos pretendían. Anthea Bell demuestra que "el dibujo habla por sí solo" y ha podido observar a niños de 8 años sumergidos en álbumes de Astérix sin entender lo que había escrito, y seguir la historia ¡sólo con los dibujos!
Hoy, cuando se le pregunta a Anthea Bell qué es lo que traduce, ella responde que su trabajo va de Freud a Astérix. Y, comparando la teoría de Freud del lapsus con el uso de los juegos de palabras hechos por los autores de Astérix, comenta que, después de todo, Freud y Astérix no están tan lejos el uno del otro... Nuestros druidas eruditos han llevado a cabo una investigación y han descubierto que en el álbum Astérix en Bretaña sale por casualidad ¡un legionario romano que tiene por nombre Claudius Lapsus! ¡Están locos estos bretones!
Fuente Misiva de Asterix nro 81, ver páginas relacionadas al comic
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