Comentarios acerca de Happy Feet
Si tienes que ver una película en estas fiestas navideñas, que sea 'Happy Feet'. Así de claro. Y créeme, yo era de los que pensaban que esta película sería un producto infantil de medio pelo. Pero no. Es una buena película. En todos sus sentidos. Claro, es un film de animación y esto provoca muchos prejuicios, pero, a estas alturas, quedan ya muy pocos espectadores inteligentes que no han descubierto Cine de calidad escondido en este formato. Porque la animación sólo debe ser un formato diferente para contar una historia, y no un obstáculo para disfrutar de ella o un pretexto para que un grupo de ineptos realizadores (pero grandes técnicos informáticos) hagan Cine.
'Happy Feet': Rompiendo el Hielo cuenta cómo los pingüinos (Pingüinos Emperador) tienen el don de cantar. Durante su crecimiento deben encontrar su canción (la de cada uno de ellos) y enamorar con ella a su pareja. Pero en medio de la masa de pingüinos igualitos, nace uno diferente. Mumble no sabe cantar, de hecho tiene una voz horrible. Sin embargo, posee una destreza inigualable bailando con los pies. Esta diferencia le marcará desde pequeño y conforme vaya pasando el tiempo, le irán dejando más de lado, hasta que se vea incluso obligado a marcharse de su tierra. Afortunadamente, el destino le tiene preparada una importante tarea…
Hacía mucho tiempo, 8 años, que George Miller no se ponía tras las cámaras y resulta de lo más extraño, quizá la eterna preparación de 'Mad Max 4' sea la razón… Por cierto, no debe ser casualidad que su última película fuese la excelente 'Babe', donde, como ahora, conseguía que una historia totalmente infantil y, a priori, ñoña, nos llegara a emocionar a todos. Es ahí donde radica gran parte de lo bueno que hay en 'Happy Feet', está hecha para todos los públicos, pero de verdad. No es de esas producciones que llevan la etiqueta de "para todos los públicos" porque sólo la pueden disfrutar los más pequeños. En la nueva de Miller hay sitio para todos (lo cual será todo un alivio para esos padres que llevan al cine a sus hijos para que estén calladitos un rato, también "han pensado" en ellos).
Miller consigue llevar al espectador a través de la historia y los personajes de forma maravillosa, vigorosa, sin pausa, apoyado en una animación extraordinaria (en serio, hasta que no lo veáis en la pantalla no os lo podéis imaginar) y, sobre todo, en el fantástico poder de la música para lograr emocionarnos. Como decía Red Stovall en su crítica, debe ser la simple vergüenza la que nos impida levantarnos de la butaca y ponernos a cantar y bailar, acompañando a los pingüinos. Que una película logre eso indica muchas cosas, pero sobre todo que ha sabido transmitirnos las sensaciones de los personajes. Y que sean pingüinos construidos por ordenador, lo hace aún más meritorio.
Como ya he dejado claro, la animación es algo que llama poderosamente la atención mientras ves la película. Pero hay otro elemento más sutil que no carece en absoluto de importancia. Y es que 'Happy Feet' contiene mensaje y crítica para parar un barco. No es cuestión de repasarlas, pero atentos a cómo quedan reflejadas en la película la inmigración, las religiones, las masas populares, las modas y, sobre todo, la raza humana.
Como siempre pasa en estos casos, en España tenemos que conformarnos con la versión doblada y eso hace que no podamos disfrutar de las voces de Elijah Wood (Mumble), Nicole Kidman (madre de Mumble, Norma Jean), Hugh Jackman (padre de Mumble, Memphis), Brittany Murphy (Gloria, la amiga de Mumble), Hugo Weaving (Noah el Viejo, el líder de los pingüinos) o Robin Williams (que pone la voz a dos personajes, Ramon y el gurú con el plástico en el cuello). Sin embargo, a pesar de este déficit, lo cierto es que la versión española está muy cuidada y no es de esas ocasiones en que dan ganas de pegar a alguien. Por supuesto, entre los dobladores destaca el famoso Carlos Latre, que se encarga (notablemente) de los dos personajes de Williams.
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